Isabella Acevedo

Isabella Acevedo ya debe estar en Colombia. La deportaron desde Londres el jueves 31 de julio en la mañana, en un vuelo que pasó por Madrid y que ninguna asociación pro derechos de los inmigrantes pudo detener.

Conocí su historia a través de una breve nota en un diario catalán y luego la amplié gracias al cubrimiento de The Guardian: Acevedo había trabajado como empleada doméstica durante siete años para el señor Mark Harper. Su falta de «papeles» legales hubiera pasado desapercibida si no fuera porque el señor Harper era Ministro de Inmigración y había liderado una polémica campaña que invitaba a los inmigrantes a regresar a sus países de origen.

En febrero de este año la prensa se enteró de que el funcionario tenía en su casa a una empleada extranjera sin permiso de residencia, y empezó la cuenta atrás para la vida de Isabella en Inglaterra. La pérdida del trabajo fue lo de menos. Los casi 14 años viviendo en aquel país se iban al traste el 18 de julio, minutos antes del matrimonio de su hija. Pareciera que los agentes hubieran esperado el momento más feliz de su vida, por el que había ahorrado cada libra de las 22 que le pagaban por semana de trabajo, para detenerla sin ninguna contemplación.

De inmediato, Legal Defense Fund y quince organizaciones más pusieron en marcha una campaña de recolección de fondos y firmas para evitar la deportación de Isabella y, de paso, para erigirla como símbolo de una lucha de miles de extranjeros que no encuentran forma de regularizar su situación administrativa porque la legislación británica en este sentido es cada vez más restrictiva. Hasta 2011, el acceso a la nacionalidad se lograba con 14 años de residencia (Isabella los cumpliría este mismo año), pero ahora se requieren veinte años de «ilegalidad» continuada.

La campaña en Facebook también es activa. A pesar de que fue imposible frenar la deportación, el evento «Fight for Isabella Acevedo» sigue su curso y convoca para el 8 de agosto a las 18:30 horas una concentración en frente de la casa de Mark Harper.

Pese a que la noticia ha sido ampliamente registrada por The Guardian y la BBC, en Colombia, no ha logrado prácticamente ningún eco. No sabemos cómo está, quién la recibió en el aeropuerto, si se sintió apoyada o no por el consulado o si tiene familia en Colombia.

Lo que sí sabemos es que el señor Harper sigue haciendo parte del gobierno de David Cameron como Ministro del Departamento de Trabajo y Pensiones.